Un DJI F550 se desploma después de un vuelo sobre las nubes
Como en ocasiones ya hemos comentado, volar con un dron no es un juego. Es un aparato que puede resultar peligroso si lo utilizamos sin conocer las limitaciones, las normativas y sobre todo las condiciones meteorológicas en nuestros vuelos.
En este caso, el autor Stefan Ekstam, quiso realizar un vuelo de altura sobre una urbanización, con la confianza que dado que no había vuelos próximos, no existiría peligro alguno. El fallo de Stefan, aparte del lugar escogido y de intentar volar más allá del límite de 120 metros de altura (400 ft) establecidos según normativa, fue no consultar las condiciones del viento en las franjas de altura a las que pretendía volar.
Tal y como relata el propio Stefan, y como se puede ver en el propio video, la fuerza del viento fue tan fuerte que el dron no pudo descender al tener que luchar de forma continua para mantener su posición. Finalmente, después de desconectar el GPS y empezar a descender lentamente, el dron se quedó sin baterías y se desplomó en un jardín próximo a un grupo de casas.
ahora me doy cuenta de que los vuelos a gran altitud y los vuelos sobre áreas pobladas son demasiado arriesgados y peligrosos.
Por suerte el dron no causó daño alguno a personas, animales o propiedades, aparte del propio susto y del daño considerable del dron, que excepción de la cámara quedó inutilizable.
El resumen de lo aprendido lo expone el propio Stefan:
“The crash was a harsh wakeup call that totally made me rethink my attitude towards multirotor flying, and I realize now that high altitude flights and flights over populated areas are way too risky and dangerous.”
“El accidente fue una dura llamada de atención que me hizo reconsiderar por completo mi actitud hacia el vuelo multirotor, y ahora me doy cuenta de que los vuelos a gran altitud y los vuelos sobre áreas pobladas son demasiado arriesgados y peligrosos.“